Es muy importante mantener los neumáticos de nuestro vehículo en buenas condiciones como una medida fundamental para la conducción segura, sobre todo si tenemos en cuenta que son el único contacto del automóvil con el asfalto.
Existe una alta probabilidad de sufrir un accidente si conducimos con las cubiertas con la presión inadecuada, con distinto nivel de desgaste o directamente lisos, con chichones o al que se le puede ver la tela de acero que se encuentra en su interior.
Con frecuencia no se advierte que los neumáticos cumplen más funciones de las que imaginamos. Aquí te contamos algunas de ellas: cuando usamos los frenos, las gomas colaboran para detener o aminorar la marcha del vehículo; participan para doblar o cambiar de dirección del vehículo y son los que soportan el peso del mismo, e igualmente son los encargados de absorber las imperfecciones de los caminos por donde transita el automóvil, como ser pozos, piedras, desniveles, etc.
Por ello, te contamos como mantener los neumáticos en condiciones:
Correcta conducción:
La forma de conducción tiene una influencia fundamental en la duración de los neumáticos. Por eso es conveniente circular a la velocidad reglamentaria evitando frenadas intensas y reduciendo la marcha antes de entrar en curvas.
Controlar la presión de los neumáticos:
La misma debe ser la indicada en el manual de usuario de cada vehículo o la indicada por parte de los fabricantes. Es inadecuado inflar de más, como también inflarlos de menos. Es importante revisar periódicamente la presión de nuestras cubiertas, y esta comprobación debe realizarse con los neumáticos en frío (que no hayan circulado más de 4 kilómetros a baja velocidad). Si se comprueba en caliente hay que añadir 0,3 bar a la presión recomendada.
Atención:
La presión recomendada no es la que se indica en el neumático (la presión de inflado que aparece en el lateral es solo presión de inflado máximo). Como dijimos la presión de inflado recomendada puede encontrarse en el manual de usuario, en el lateral de la puerta, junto al asiento del conductor, o bien en el interior de la tapa del depósito.
Verificar el estado de los neumáticos:
Debe comprobar el estado de envejecimiento o degradación a partir de posibles agrietamientos de los flancos (partes laterales de la cubierta). El caucho se endurece con el paso del tiempo y sus propiedades originales, como la elasticidad y adherencia se degradan. En su deterioro influye nos solo el transcurso del tiempo sino también, y de forma significativa el uso de productos químicos como disolventes, combustibles, aceites etc, y sobre todo por los rayos ultravioleta.
Debe prestarse especial atención al desgaste y profundidad de los neumáticos, para ello verifique regularmente la profundidad del dibujo de las cubiertas y cámbialos cuando estén gastados.
Mantener el vehículo correctamente alineado:
Un mal alineado del automóvil disminuye el rendimiento de sus cubiertas y provoca un desgaste desparejo en los mismos. Es importante que la alineación sea correcta para: conseguir la mejor conducción, proteger las cubiertas de un desgaste irregular y/o rápido, ahorrar combustible.
Adecuado balanceado:
El balanceado ayuda a prevenir un desgaste prematuro de los neumáticos y elimina las vibraciones. También protege la suspensión, la dirección y la transmisión del vehículo. Siempre que se cambien o desmonten las gomas deben ser equilibrados.
Cubiertas específicas y correcta posición de los neumáticos:
Utiliza la cubierta adecuada para cada tipo de terreno, esto dependerá del lugar donde vivís o circules con mayor frecuencia (en la ciudad o en caminos rurales por ejemplo). Además teniendo en cuenta que las cubiertas traseras no están conectados al volante se hace más dificultoso su adherencia es por esto que siempre los neumáticos nuevos o menos gastados deben ir en el eje trasero para garantizar de esta manera un mayor control en frenadas de emergencia o curvas cerradas, menor riesgos de perder el control de vehículo, especialmente en superficies mojadas, y mejorar la conducción, especialmente en situaciones difíciles, independientemente de que el vehículo sea de tracción delantera o trasera.
Válvulas y tapones:
Las válvulas y sus componentes suelen ser de goma, por lo que se terminan deteriorando. Cambiar las válvulas y los tapones al comprarnuevos es una forma barata de proteger los neumáticos y el vehículo. Por ello es recomendable que compruebe regularmente el buen estado de las válvulas y los tapones para mantener la presión correcta y garantizarle una vida más larga.
Detalles que te indican que debes cambiarlos:
Luego de los seis años de antigüedad o si notás alguno de los siguientes signos: la banda de rodamiento se ha desgastado a menos de 3/32″, bultos, ampollas o burbujas, grietas en las ranuras de la banda de rodamiento, pinchaduras, cortes, desgarros o separaciones en la banda de rodamiento, el perfil o los flancos, pérdida repentina de presión de los neumáticos, mal manejo o tracción en superficies resbaladizas, tirón hacia un lado al manejar y vibración repentina mientras conducís.
Cuidados:
Para hacer un desgaste parejo de los neumáticos se pueden rotar cada 3-6 meses. Es decir, colocar los traseros en la parte delantera y los delanteros en la parte trasera, pero sin cambiarlos de extremo (los que iban a la izquierda seguirán en la izquierda, los que iban a la derecho seguirán ahí).
Mantenimiento constante:
En conclusión, es necesario realizarle un mantenimiento constante y periódico a nuestros neumáticos, asegurándonos así de que estén en perfecto estado y nos garanticen total seguridad.
Para ello se recomienda: acudir a un especialista para revisarlos si tienen más de cinco años, al menos una vez al año, seguir las recomendación de sustitución de las cubiertas del fabricante del vehículo, y cambiarlos de más de 10 años desde la fecha de fabricación, aunque parezcan estar en buen estado y no hayan alcanzado el límite legal de desgaste.